Por Elsie Betancourt
En unos días, por todo Estados Unidos se oirá el zumbido
de millones de cigarras… después de 17 años
de estar bajo tierra, su sistema de regulación interno y el clima cálido
les indicará a estos insectos que es hora de salir a la superficie… nosotros
desafortunadamente no tenemos un reloj interno que nos diga cuándo y cómo salir
afuera y sin riesgos, en éstos momentos. Seguimos teniendo más preguntas que
respuestas; quizás el despliegue de las campañas de vacunación, las nuevas
variantes del Covid, hace que nuestra brújula nos empuje a tener cautela pero
también bastante impaciencia.
Sin embargo, hay algo que todos tenemos que reconocer y
son las “pequeñas victorias” que a diario tenemos y que de pronto no las reconocemos
como tales. Todos estamos enfrentando cambios en las rutinas diarias y por
ejemplo adaptarse al aprendizaje a distancia y al encierro en la casa, cosa difícil
para los más pequeños (y para los grandes), que piensan y aprenden de manera
diferente es una pequeña victoria… lograr que los niños y jóvenes mantengan la
concentración por periodos mas largos es un logro que debe ser celebrado¡¡
En mi experiencia, creo que es muy efectivo ir cumpliendo periódicamente pequeñas metas que al ser afrontadas se convierten en victorias periódicas, en lugar de ir a cumplirlas todas de manera desordenada. Se le puede quemar a uno el pan antes de entrar al horno… se que la buena planificación y la perseverancia ayudan a resolver pequeños retos personales. Tenemos que celebrar los éxitos que vayamos teniendo en el camino, no esperar hasta llegar a la gran meta para hacerlo, porque muy seguramente encontraremos altibajos en el camino que puede que nos “agüen” el propósito. Siempre empezar de menos a más. El simple hecho de estar haciendo cosas dadas las circunstancias, ya es un tremendo logro y claramente no debemos olvidar agradecer lo que tenemos a diario: levantarnos con todos nuestros sentidos intactos, sanos, aunque puede uno tener cualquier dolor que se debe saber sobrellevar porque muchos ya estamos en la “edad del cóndor”, con dolores por todas partes. Pienso que la actitud de confianza en nosotros se disparará y la motivación será el timón que dirigirá esa nave que es nuestra vida y que actualmente está navegando en aguas muy encrespadas…
En particular, soy muy amiga de hacer listas diarias de
pendientes que tengo. Organizando las diversas exigencias de la vida puede
llevar a que se pierda de vista lo que podría ser una fuente de felicidad: los
aciertos, los logros, esas cosas que están en tu lista (o ya no) y que has
conseguido hacer. Por ejemplo, si ya son las 3 de la tarde y a veces uno
dice, “Uff se me fue el día y no sé
cómo…” no hay que olvidar cómo se comenzó el día; quizás con ejercicios,
caminando, practicando algún deporte o de pronto no. Si se ha hecho así o de
cualquier otra forma, dependiendo de la persona, esa es una victoria que hay que contar y
celebrar. Todo eso tiene un saldo positivo en nuestro capital mental. Ahora con
la paranoia que hay en torno al Covid, hacerse una prueba para ver si lo
tenemos y cuando sale negativo, uy que felicidad ¡… he visto personas derramar
lágrimas cuando logran vacunarse¡¡¡¡ esa es otra gran victoria.
Ahora en el encierro en que estamos, hay que aprovechar los momentos con los hijos, los nietos, las mascotas. Por ejemplo, bañar a los niños, jugar con ellos en algún momento del día es un logro inmenso, algo que quizás no se hace por estar siempre atrafagados con las rutinas del “trabajo normal”. El amor y la devoción por ellos tiene su mérito y el valor de esos momentos es incalculable.
Al final, cuando se dedica parte de nuestro tiempo a las
actividades y experiencias favoritas, significa que se vive de manera autentica
y hay mas posibilidad de ser feliz. No
hay que olvidar las recompensas que debe uno darse por los logros y
aciertos. Las palmaditas en la espalda
se pueden asociar con celebrar sanamente y en familia éstos (los logros).
Ciertamente que todos estamos afectados por la pandemia,
de ahí la importancia de reconocer que la vida es incierta y las amenazas más
importantes actualmente, son las que no
vemos. Por ello, hay que celebrar las propias victorias, porque nadie entiende
realmente lo que ha costado alcanzarlas…. y al final, como diría mi mamá, lo que nos vamos a llevar es “lo bailao
y lo gozao”.
nerea6@yahoo.com
Que buen escrito.
ResponderBorrarTotalmente de acuerdo contigo, Elsie. La mayoría de las veces resulta mejor ponernos un plazo no tan ambicioso para alcanzar nuestros objetivos, a través de tareas concretas y realizables. Cuando uno menos lo piensa, estamos "del otro lado". Un abrazo.
ResponderBorrarDe acuerdo contigo Leo... mientras mas sean las ganas de lograr nuestras metas y menos nuestras excusas, estaremos del *orro lado*...
ResponderBorrarApreciada Elbe...siempre acertada, manejas un lenguaje claro, diciente. Lo poco de a mucho da mucho dice un lema. Cada paqueña cosa que se logre es un avance y eso es victoria. Piano piano..dice el italiano. Los grandes logros son la acumulacion de acciones sistematicas y persistentes. Un abrazo y saludos
ResponderBorrarExcelente como todos los tuyos. Y este es una muy buena enseñsnza pars ls ocasion Brsvo
ResponderBorrarde ceci de Crlia
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