Por Elsie Betancourt
La magia de la amistad está en
todos nosotros; se siembra, se riega, se pone al sol, se le quita el monte para
que pueda crecer libre. Un amigo se
asemeja a un hermano. Las primeras amistades que se construyen por ejemplo,
desde la infancia, son inolvidables. Esas (las amistades), son las que nos conocieron antes de que
supiéramos qué íbamos a ser cuando grandes: músicos, pintores, vagos, médicos,
deportistas, etc… mantienen las características del amor, la lealtad, la
solidaridad, la incondicionalidad, la sinceridad, el compromiso que se
fortalece con el trato asiduo y el interés mutuo a lo largo del tiempo.
La amistad no solamente surge con
quienes tenemos más afinidades sino que aparece entre personas muy dispares. A
veces ese es el factor que fortalece la relación porque las diferencias en
caracteres, modos de ver las cosas, costumbres,
compartir los buenos y malos momentos de la vida, encienden la chispa
del entendimiento y se sosiega el espíritu. El amor en el matrimonio se propone
que dure para siempre y el voto que se
hace, así lo establece. Sin embargo, la amistad, no atada a más
compromiso que el afecto recíproco tiende a fortalecerlo. Menos mal… porque con
el tiempo todo se transforma. En mi experiencia, vi en mis padres, una relación
de 74 años basada en la comprensión, tolerancia y amor. Un ejemplo inspirador…
que a pesar de ser ambos personas con distintos caracteres y modo de ser,
supieron acoplarse con todos los altibajos que se pueden presentar en una
relación de convivencia tan larga y fueron sorteados admirablemente por el amor
que se tenían.
En este mundo “hollywoodesco” y
globalizado, vemos que las relaciones basadas en la inmediatez, la
superficialidad y lo que está de moda, no permiten crear vínculos de amistad y
de amores duraderos y sólidos. Me gusta leer la frase “los amigos son la
familia que escogemos y nuestros compañeros de vida”. Un buen amigo siempre
estará a nuestro lado, en los buenos y en los malos momentos, sin exigencias,
sin esperar nada; te abrazará cuando estés triste y secará tus lagrimas del
mismo modo que te sacará tu mejor sonrisa, celebrará tus logros, te acompañará
en los fracasos. Una amistad verdadera
es para toda la vida y de ahí la importancia
de valorar cuáles son aquellas amistades que vale la pena que
permanezcan a nuestro lado.
Aprender a distinguir un buen amigo
de un compañero puede ser difícil. Por ejemplo, me he puesto a analizar los
grupos a los que uno pertenece y más en esta pandemia; los que le proporcionan de alguna forma
alegría y se integra uno, recibiendo
dosis de reconocimiento muy importante para el autoestima (no confundir
con el ego) y amor propio. Cuando se generan esos sentidos de pertenencia, se
rompe la soledad por la buena energía que se recibe de éstos. Las aficiones
comunes unen mucho. Yo por ejemplo estoy en un coro virtual, que me saca de la monotonía del encierro y me
divierto cantando con mis compañeros.
Si bien es cierto que todos tenemos
algún que otro amigo, éstos se pueden contar con los dedos de una mano ya que
es muy difícil para el cerebro humano establecer vínculos tan fuertes como la
amistad y que perduren a lo largo de los días y en contra de todas las
adversidades. Siempre he oído decir que quien tiene un amigo tiene un tesoro…
creo que es verdad. Los buenos amigos son un bálsamo para la vida y un antídoto
contra las enfermedades físicas y emocionales. El que es amigo sabe que no es
nuestra madre, ni nuestro confesor y menos nuestro sicólogo. Es el que comparte
los momentos difíciles de manera espontánea y sencilla. Si sabe que uno está
“frito”, invita a un helado, a dar una vuelta… si sabe que uno sufre, estará a
nuestro lado de una forma callada y no invasiva.
Los amigos (afortunados los que los
tenemos) son como chispas en la vida que entonan, iluminan y le dan un tinte
chévere a la amistad…. Lazo invisible, vínculo de afecto que perdura en el
tiempo…
nerea6@yahoo.com
Elbe, acertada reflexion. Siempre he dicho que los amigos son los hermanos que uno selecciona en la calle. A veces la amistad surge de improviso, como un don, y se crea cun campo magnetico de donde es dificil y no se quiere salir.Otras veces surge por el conocimiento lento y perseverante del otro, aun si es nuestra antitesis, que nos lleva a considerarlo como un regalo en nuestras vidas. Me pasa que tengo amigos, que aunque no veo ni cruzo comunicacion con el, su solo recuerdo genera una sonrisa, un sentimiento poderoso de alegria, de fe en la gente que no me abandona tan facilmente. Y cuando nos hacen enojar por no entendernos o faltarnos, igual detras de esa rabia momentanea, esta solida la amistad como una roca, sin dobleces. La incondicionalidad es uno de sus atributos y el que revela la solidez de la misma. Amiga, un abrazo y mucho cuidado para ti y tu familia.
ResponderBorrarWao Jairo tremenda reflexion! Muy de acuerdo contigo…No necesitamos vernos a diario para reconocer ese sentimiento que tenemos sembrado en el corazon!! Tu eres para mi un gran amigo🌹
ResponderBorrarSu merce linda...con toda honestidad: el honrado soy yo....y no me cambio por nadie...que siga ese amor a tu familia por siempre....un abrazo!
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