Por Elsie Betancourt
Todos
sabemos que las canas, las arrugas, la forma física y otras arandelas han sido
tradicionalmente interpretadas como signos de “distinción” en los hombres más que en las mujeres. Las
canas supuestamente hacen al hombre más atractivo e interesante, como si el
hecho de tenerlas sea sinónimo de inteligencia… pero bueno…. Qué pasará con los
calvos? Con la mujer, la “vaina” es
distinta. La tiranía de la juventud, desconoce que las mujeres de más de 50 y
60 años, con canas, arrugas, gorditos, manchas, siguen teniendo vida y
aspiraciones de muchos tipos. A mí en particular, las canas no me gustan por
eso me las pinto… Menos mal que el
prejuicio por la edad es uno de los últimos sesgos de nuestra cultura y está íntimamente
ligado al sexismo; éste se ha quedado
(ese sesgo) viejo, decrépito y camina
poco a poco hacia la extinción.
La palabra viejo o vieja tiene connotaciones distintas…. Quien no recuerda a Piero con “viejo, mi querido viejo… ahora ya caminas lento.” Preciosa esa palabra viejo… ¿o no? Hay otras que no son tan lindas, por ejemplo cuando se aplica a los ancianos (que para allá vamos todos) y se relegan al cuarto del olvido, porque pueden estar enfermos y/o ausentes mentalmente… un amigo me compartió un bello poema de Luis Correa: Nos llegó la tarde…” su autor afirma ahí que “Viejo es el mar y se agiganta…. Vieja es la Luna y nos alumbra….. Viejo es el amor y nos alienta…”. Lo recomiendo.
Pienso
que ahora los mayores, en especial las mujeres son cada vez menos invisibles. Están
recuperando el lugar que siempre debieron tener en la vida pública y en otros
espacios. Creo que no hay que “echar las
campanas al vuelo”, porque el proceso está en curso y va lento…. Actualmente
aparecen por ejemplo, mujeres mayores en altos cargos de política, algo
impensable hasta hace poco, aunque raramente pasan de los 70 años. En cine por
ejemplo, hay pocos papeles de actrices
mayores como protagonistas. El tener el
factor CAF (canas, arrugas, flacidez), no es algo que atraiga a los
cineastas, a los políticos, a grandes empresarios, para promover el protagonismo femenino,
(aunque la cosa está cambiando). En los
anuncios, las y los mayores sólo aparecen haciendo publicidad de gel para prótesis
de dentaduras, pañales para contención urinaria, sopas y medicinas para
achaques. Ahora hasta las mujeres entradas en carnes y mayorcitas, son las
modelos…el tiempo lo cambia todo. Creo que la experiencia que se acumula
(llamada en forma despectiva vejez), siempre
marcará una valiosa diferencia, en cualquier ámbito.
Personalmente
pienso que la llegada a los 60, 70, 80, hace que tanto hombres como mujeres se cuiden
por gusto propio, para sentirse bien no para ser Cuchibarbies, error en el
que muchas y muchos caen… creo que la vejez hay que asumirla de la mejor
manera, porque de esa manera se empodera la experiencia. Los años deben ser una señal de bienestar de
plenitud y no de decadencia.
Para mí, hay cosas que mantienen joven el
espíritu entre otras: 1.- Gozar a los nietos (si se tienen, o si no, a
la mascota): Mis 6 nietos me hacen sentir realizada y llena de la energía que transmiten; me
recuerdan constantemente cuando mis 3 hijos estaban pequeños y fueron creciendo
con todas las experiencias enriquecedoras vividas con ellos; 2.-la actividad física, llámese
caminar, practicar algún deporte, hacer ejercicios; 3.-hacer cosas novedosas cada día,
asistir a actividades de corte intelectual y recreativas…. 4.- Tener amigas:
Cuando el tiempo pasa, la vida vuela, los hijos crecen, los trabajos van y
vienen, las amigas o hermanas, son las que estarán al alcance siempre.
Por
todo lo anterior, necesitamos crear un sello que rompa la invisibilidad de los
y las mayores de hoy porque irremediablemente el tiempo no se para, pero la
intensidad de cómo se vive cada minuto, dicen los entendidos, es sólo una
cuestión de actitud.
nerea6@yahoo.com