Por Elsie Betancourt
En el presente
siglo y en nuestro país, las referencias de la existencia de las mujeres como
agentes del cambio histórico y político son evidentes. En comparación con otras épocas en la
historia, las actividades de la mujer en la prehistoria eran casi igual de
importantes que las que realizaba el hombre ya que también se les permitía
“cazar y cultivar” tal como lo hace la mujer del siglo XXI. Ellas eran las que recogían los productos
vegetales, mientras que los hombres suministraban la carne mediante la caza, de
ahí que se considere que fueron las mujeres las primeras agricultoras; era
importante el reparto de las tareas para facilitar la vida, cosa que vemos
actualmente, pero con bastantes desventajas para la mujer.
En la “historia de la humanidad”, las mujeres han sido las grandes olvidadas a pesar de que su papel ha sido importante. Escasamente aparecen en la Ciencia, en la Literatura, en la Política, etc., más porque han tenido muchos obstáculos para poder desarrollar sus intereses y capacidades y pocas son las que se les ha tenido en cuenta para ser nombradas en libros o enciclopedias.
En el mundo
católico, es sabido que Eva había sido una aliada del diablo para perder al
hombre…. Y María, mientras tanto fue la mensajera celeste para salvarle …. Navegar
entre esas 2 corrientes, ha sido difícil para que la mujer no siga ahogada por
los paradigmas que se tejen alrededor de la tan “cacareada” igualdad de género.
Variados han sido los papeles de la mujer, contradictorios unos, sublimes
otros, siempre constituyéndose en el pilar del grupo familiar. Hoy más que
nunca, añoramos el empoderamiento “firme” de la mujer, pero …. Cuando nos
encontramos con acciones que la misma mujer genera y que pone en entredicho eso
que nos queremos quitar, como es la ineptitud, salen preguntas sin respuestas como:
¿En qué consistirá la gracia intelectual de una mujer ignorante?... ¿Acaso en
sus monosílabos cuando se le habla de algo serio? …. ¿O acaso en los disparates
que contesta?... No creo que tengan más gracia las estupideces de una mujer
ignorante que el chispeante ingenio de una culta…
Respeto la posición de las personas y los cargos que ostentan, por algo lo habrán conseguido (espero que sea por meritocracia) pero el paisaje que estamos disfrutando es ver todo tipo de hombres y mujeres empoderados para bien o para mal; me referiré en especial a las mujeres, porque los hombres siempre han sido los líderes en todo. Encontramos unas muy inteligentes y emprendedoras, deseosas de promover cambios y transformaciones culturales en la economía, la salud, el arte, el deporte, la justicia, para desactivar el clásico machismo que busca silenciar y ridiculizar lo que dicen las mujeres, pero también encontramos a las que da pena oírlas hablar por la falta de congruencia en lo que dicen ser, saber y en lo que practican y muestran, desnudando lo endeble que, como seres pensantes, pueden llegar a ser.
Después que vi
la entrevista de una reconocida periodista a la vicepresidenta, sentí “pena
ajena” porque noté muchas respuestas vacías de contenido por parte de la entrevistada,
aduciendo ésta, cuidar mucho la “reserva del sumario”; ésta última puede ser
importante, pero no hay que confundirla con la reserva mental. Las respuestas claras y llenas de argumentos
que aclarasen los cuestionamientos brillaron por su ausencia…. Creo que hay que
decir las cosas con convicción y sin miedo a las consecuencias. Si uno se
siente inseguro o nervioso, siempre podemos recurrir a la técnica infalible de
imaginar a todos en su ropa interior… ¡A lo mejor puede que uno se sienta más
poderoso¡ No sé qué pasó, pero siento que esas son las oportunidades que hay que
aprovechar para “inteligentemente” hacer las aclaraciones que se deban hacer
especialmente si vienen de una mujer; el papel de la vicepresidenta es el de
fortalecer a la primera autoridad del país y ella está mostrando falencias en
su rol, arrogancia y mucho sentimiento de inferioridad por ser quien es.
Muchos frentes abiertos, exigen una suma de esfuerzos para cambiar las mentalidades, la violencia simbólica, la vicaria (cuando el progenitor ataca a su hijo o hija para causar dolor a la madre), la física, la psicológica, etc. Si alguna vez nos encontramos con lideres que nos hagan sentir “pena ajena” por su falta de coherencia y argumentos vacíos hay que recordar que no es la investidura sino la responsabilidad con la que encaremos los retos lo que debe contar. Si se tiene un cargo importante, no se debe usar como pretexto para responder con monosílabos o disparates
Para terminar,
quiero compartir una historia inspiradora que leí hace un tiempo. En 1979, la
escritora y activista chilena Isabel Allende, estaba en Venezuela cuando se
enteró del golpe de Estado que había ocurrido en su país. En medio de la
incertidumbre decidió escribir una carta a su abuela, contando lo que estaba
sucediendo. Esa carta se convirtió en el primer capitulo de la famosa novela “La
Casa de los Espíritus”, símbolo de la resistencia y la lucha contra la opresión.
Se ve que la mujer tiene la capacidad de transformar su dolor en arte y
sufrimiento en esperanza. Prácticamente
el avance de las mujeres es como si floreciesen flores en un campo lleno de
espinas. Hay que erradicarlas, pero fomentando en las mujeres, la educación y
su participación activa en la política y en la comunidad. Como dice la escritora
Maya Agelou: “He aprendido que la gente muy seguramente olvidará lo que tú
dijiste, lo que tu hiciste, pero nunca, cómo le hiciste sentir” … ¡tenemos
que iluminar la oscuridad¡¡
nerea6@yahoo.com