sábado, 20 de mayo de 2023

¿Conexión Virtual, Desconexión Humana?

 

Por Elsie Betancourt

                  Recientemente leí un artículo de un reconocido psicólogo americano que decía que la exposición excesiva a pantallas digitales está afectando la capacidad de las personas para interactuar y analizar conceptos complejos, más, si son niños.  Este exceso de exposición a pantallas, que incluyen televisores, ordenadores, juegos digitales, teléfonos inteligentes, tabletas, parece tener un efecto negativo en nuestra habilidad para realizar análisis profundos.

                  En las aulas escolares, vemos que el uso del celular puede provocar desconcentración y desinterés en las clases, por lo cual se ha prohibido su uso, algo que considero acertado. Además, el uso inapropiado de dispositivos digitales puede tener consecuencias graves como accidentes automovilísticos, producidos por enviar mensajes mientras se conduce… debemos evitar convertirnos en “zombis digitales”.

                 Es importante reflexionar sobre el uso indiscriminado de la tecnología en el diario vivir;  ésta tiene en su aplicación aspectos positivos y prácticos, pero también están los no tan buenos. No todo lo que encontramos en Internet se debe tomar al pie de la letra, como el caso de Steve Jobs el fundador de Apple, quien, afectado de un cáncer en el páncreas, desestimó la medicina tradicional para combatirlo y se dedicó a seguir una extravagante combinación de acupuntura, dietas vegetarianas, hierbas medicinales y otros tratamientos alternativos que encontró en la Web. Su curación no fue exitosa.

                  Hablando del impacto positivo o negativo de lo digital, recuerdo un vídeo en el que hacían un experimento con 4 personas:  2 adolescentes con los dedos más veloces, para mandar mensajes, (entre ellos el pulgar y por eso son conocidos como la generación del pulgar) y 2 adultos, uno especialista en braille (forma en que se comunican los que no ven) y el otro en morse (sistema para mandar mensajes usando pitidos).  El presente contra el pasado. La prueba consistía en ver quien mandaba más rápido y sin errores ortográficos, un mensaje X, al grupo previamente definido. ¿Quién ganó?  Miren el video a continuación.

               Me surge la pregunta ¿todo tiempo pasado fue mejor? No se…quizás.

               Durante la pandemia, la educación digital se convirtió en una herramienta importante que permitió a miles de millones de personas mantenerse conectadas con la nueva normalidad. No sólo se benefició la educación, sino lo laboral y lo social. Creo que el gustico hacia lo digital nació y creció ahí y se robusteció con el pasar del tiempo. Google, por ejemplo, nos da acceso con un solo clic al mayor contenedor de información y conocimiento de todos los tiempos.

              Sin embargo, existe el riesgo de perder la capacidad para pensar por nosotros mismos y elaborar nuestras propias ideas debido a la excesiva dependencia a la tecnología. De forma gradual, ésta ha ido rellenando todos los espacios inherentes al ser humano y el enganche es total por la versatilidad de las aplicaciones que ofrece. No discuto su practicidad, pero ya hasta las aficiones se han sustituido por ésta. El tiempo que nos llevaba leer un artículo, un libro, jardinear, ver una película, conversar, etc.…. lo empleamos en “surfear” por las aplicaciones, webs que no nos aportan mucho valor.

                 Ahora, se ha incorporado al panorama digital, la Inteligencia Artificial…que en cierta forma puede ser la sofisticación de lo digital.  Aunque es capaz de superar a los humanos en tareas como la clasificación de imágenes, predicción de patrones, responder preguntas de cualquier tipo, analizar situaciones, resumir textos y siguen las funciones … no creo que pueda replicar nuestras habilidades sociales, emocionales o creativas. Recordemos que la tecnología está destinada a ser una herramienta para el progreso humano, no para remplazar nuestra capacidad de pensamiento.

                 Sería beneficioso restablecer el calor humano que brindan las conversaciones en el seno de la familia o fuera de él con amigos, sin los aparatitos, sin tanta tecnología, para respirar por un momento libre de distractores “artificiales”.  Para lograrlo es fundamental promover la educación digital para así comprender sus implicaciones y limites; aprender a ser selectivos sobre la información en línea evitando así el analfabetismo digital.

                La tecnología es, ha sido y será el motor del progreso de la humanidad. En una sociedad gobernada cada vez más por algoritmos es bueno analizar el impacto que ésta tiene en nuestras vidas y aceptar que es el nuevo camino por el que hay que transitar. Por consiguiente, debiéramos desarrollar más herramientas intelectuales para saberla manejar y que ésta no nos maneje.

nerea6@yahoo.com