miércoles, 26 de febrero de 2020

Su Majestad La Música¡



Por Elsie Betancourt

            La Psicología del Arte, es una nueva rama de la Psicología que intenta explicar porqué todo lo relacionado con la estética, nos genera placer y felicidad, especialmente la Música.  Llegar a ser músico implica, así no lo crean muchos,  mucha dedicación, estudio y práctica. El abanico de modalidades en la música es amplísimo. Desde la música de conservatorio que requiere estudiar a fondo la gramática musical, la historia de la música, el solfeo, piano, piano funcional, guitarra, armonía, composición y otras asignaturas importantes en la formación “académica”, pasando por  la música “empírica” que es la que muestran todos los que sienten desde su entorno, la sublimación de sus experiencias cotidianas y quieren expresarlas con lo que tienen a la mano, llámense instrumentos de su tradición cultural y/o los que vienen de otras latitudes como por ejemplo el acordeón. Y las anteriores sólo son ejemplos, hay muchas más posibilidades.

martes, 11 de febrero de 2020

Amor Incondicional…


Por Elsie Betancourt


            La muerte reciente de mi querida mascota Nicanor,  (dentro del marco de una gran tristeza) me ha llevado a reflexionar el porqué la presencia de los animales en la vida, nos marca tanto. El amor que brindan a sus dueños es incondicional y no tiene precio.  Podemos tener desde un loro parlanchín, un gato, perros, pescaditos y otros más exóticos, como culebras, conejos, cacatúas…  Son innumerables los tipos de interacciones que podemos tener con éstos. A fuerza de convivir y pasar momentos muy alegres y otros no tan alegres, como cuando se enferman, desarrollamos un lazo grande y afectuoso con ellos.

          La palabra mascota se deriva del francés : “mascotte”, cuyo significado es amuleto;  según el diccionario de la lengua española se refiere a persona, animal o cosa que sirve de talismán, que trae buena suerte, como por ejemplo la “mascota de un equipo”. Pero el uso le ha dado el significado de animal de compañía.

                En un mundo caracterizado por la tecnología, es fácil olvidar lo que un animal que conviva con el hombre puede brindar: amor ilimitado, tacto, la energía  derivada de un acto de amor sin egoísmo;  la seguridad de una compañía,  todo lo cual mejora la calidad de vida y la salud. Si sólo nos diéramos tiempo para emularlos cuando se habla de un cariño genuino, otro gallo cantaría en las relaciones interpersonales.

                Y es que las mascotas, ganan cada vez mas espacio dentro de las familias y el hogar. Sobre todo en esas formas de familia actuales: las unipersonales, las mono parentales, las extensas, las ampliadas. Es tener con quien jugar y divertirse, es enojarte con alguien que al final de cuentas te perdona o te hace perdonarlo con una mirada o un lengüetazo y no con un grito como lo hacemos los humanos. A veces pasamos por alto los desastres que causan, especialmente cuando cachorros. Los pelos que sueltan, los papeles que se comen, los balones que los perturban y que destruyen, etc. Esos eventos muchas veces fastidian,  pero creo que eso no se compara con la satisfacción de llegar a la casa y que te reciban como si llevaras un millón de años por fuera.

            La tenencia de mascotas también tiene sus desventajas, así que como en toda decisión, deben equilibrarse los pros y los contras si se llega a admitir un animal en el hogar. Es necesario todo el afecto posible y la responsabilidad en su cuidado, para obtener de él todo lo que puede brindar. El día a día nos enseña a conocerlos;  luego cuando ya pasan a ser adultos,  es más serena la relación y parece que entendieran mejor el rol que tienen: ser eternos compañeros, fieles y callados apoyando en cada momento.

            Pareciera que por ser animales se ubican en un plano donde no les cabría la sensibilidad, el buen humor, la tristeza. Pero si la tienen ¡… Cuando quedan solos y al llegar el dueño, una meneada de cola muestra la alegría que sienten. Derriba cualquier mal genio.  Un lengüetazo de agradecimiento o una mirada de ternura hacen que cada vez se ganen más su puesto en la familia.

            Cuando el humano se enferma, la reacción de la mascota es como el mejor enfermero. No se separa ni un instante, te lame para hacerte sentir mejor y se tumba al lado tan cerca que casi lo empuja a uno. No se separará ni un instante. Qué decir de los perros que han sido abandonados? El amor que demuestran es total para el que los rescata; es como agradecer infinitamente el acto de compasión que han tenido al recogerlos y brindarles un hogar. Los perros rescatistas dan siempre lecciones de ayudar sin pedir nada a cambio… demuestran la inteligencia y sagacidad que tienen.

            Lo más poderoso de tener mascotas es que éstas especialmente los perros, (que son las que he tenido) no juzgan a sus dueños, sino que los aceptan y quieren tal cual son. A lo mejor eso es lo que a cualquier ser humano le encanta. Ese vínculo permite tener “alguien” con quien desahogar emociones, “alguien” de quien preocuparnos y “alguien” que nos acompaña y nos aprecia sin poner condiciones. Y esto aplica para niños y adultos.

            No sé si el dicho que reza: Mientras más conozco a la gente más amo a mi perro, sea válido, yo creo que sí. Lo que puedo asegurar es que la larga tenencia de perros que he tenido en mi vida, me ha ayudado a ser feliz y han alegrado demasiado a mi familia. Los perros nunca mueren, duermen junto a nuestro corazón…

nerea6@yahoo.com