¿EN- REDADOS?...
Hoy por hoy, los medios de comunicación promueven el
consumir noticias rápidas, que se ven con la vista y el oído y que no necesitan
mucha reflexión o análisis. Con el reciente bloqueo de las redes sociales de
Trump, se han suscitado muchas reflexiones sobre el poder que éstas tienen para
bien o para mal.
Si bien es cierto, vivimos en el tiempo de la
información, en la era de la comunicación y la tecnología, en la era del
Internet y más… estas herramientas aparte de sumergirnos en el “maravilloso”
mundo de lo virtual, (bastante
inexplorado para los que no nacimos con el chip de lo digital), francamente nos
están alejando de la verdadera comunicación, aquella que se hace frente a
frente, voz a voz razonando con argumentos, ante posturas, ideas, situaciones,
etc.
La
idea que se tiene de muchos de los actuales medios digitales, es la de que
recopilan la información de sus usuarios y luego la usan para mandarles
publicidad y en otros casos determinar la conducta, de los individuos
suscritos. Recuerdo que no hace mucho tiempo, el tener o no tener una página
web era requisito para estar presentes en cualquier ámbito de la sociedad.
Cuando dirigí, hace unos años una Fundación para promover el tenis en niños y
jóvenes de estratos económicos poco holgados, recuerdo que para mí fue
necesaria la creación de la pagina web de la fundación para así poder dar a
conocer los objetivos de ésta, en forma fácil y ganar adeptos para la causa… en
su momento fue muy importante y cubrió su objetivo.
No obstante, creo que el uso de los medios puede ser
dual. En cierta forma, las redes virtuales construyen y destruyen. Informan de
situaciones injustas, develan actuaciones desajustadas, promueven el fanatismo,
el odio, son canales para libre expresión con o sin fanatismos. Los expertos en
redes, coinciden en que en muchas oportunidades grupos extremistas se basan en
las redes (whatsapp, twitter) para promulgar ideas que pueden atentar contra la
población, grupos religiosos, entre otros, por lo que se abre el interrogante
sobre si se deben censurar éstas. Si no, recordemos las faenas de Mr.Trump con
sus incitaciones… ni que decir cuando se pontifica políticamente bien o mal de
este mundo y del que está más allá de la estratosfera. Por medio de ellas (las redes sociales), nos podemos volver
más ciudadanos del mundo, al conocer gente de otras partes, pero al mismo
tiempo nos alejan más de nuestra propia familia, de nuestro entorno, de la
realidad que vivimos muchos… también podemos conocer historias de vida,
documentales, informativos locales, he ahí… alguno de sus aspectos positivos.
Creo que malo es no estar en el medio, pero el estar por
estar, tampoco lleva a “ningún Pereira”… cada red social tiene su público…
antes creo que hay que saber qué es lo que queremos pescar en ellas, de lo contrario
lo más normal es que terminemos “enredados”.
No estoy en contra de
lo que ofrece la virtualidad, sé que es una herramienta muy importante y
útil, sobre todo en esta época; lo que
pasa es que cuando se vuelve el objetivo de la vida, la razón de ser, hay que
prender las alarmas. Que tal, cuando nos levantamos, lo primero que hacemos es coger el celular
para ver quien escribió, cual es la última en facebook, el último video de tik
tok, lo último en instagram, la última conversación en whatsapp, etc.… creo que
estamos entrando a la boca de ese lobo que llaman “redes sociales”, sin reparo
alguno y la más mínima resistencia. Habrá que pellizcarse en el uso de las
mismas, para que aplique: “ni tanto que queme al santo, ni tan poco que no lo
alumbre “…
nerea6@yahoo.com