Por Elsie
Betancourt
Navidad es la fecha por excelencia
para colecciones de memorias, celebraciones y unión familiar. Por muy lejos que
estemos siempre tendemos a evocar la nostalgia de todo lo que amamos… hacer si
o si el recuento de lo que hicimos, de lo que nos faltó hacer y de los grandes
propósitos que con fe esperamos que se nos den en el nuevo año. Para unos será
bajar un poquito los gorditos que se nos siembran en la barriga, cintura,
brazos; comenzar de “verdá verdá” a
hacer ejercicio, ya sea caminando, trotando o yendo al gimnasio… mejorar las
relaciones interpersonales, estudiar inglés, hacer una maestría, comenzar un
nuevo emprendimiento y así puede que la lista sea larga para unos, corta para
otros e inexistente para muchos…
Me he puesto a analizar que una de
las cosas en las que yo debería trabajar, no sé si coincidan algunos de mis
lectores con esta idea, es en identificar los ladrones del tiempo que hacen que
muchos de nuestros propósitos no se cumplan.
Sabemos que el tiempo es intangible
e intransferible; hay quienes afirman que vale oro, pero realmente no tiene
precio. Cuando se gasta, no se puede recuperar y su duración es finita. Lo más
irónico es que nos hemos inventado 1000 maneras de perderlo y así tener las
excusas a la mano para no realizar eso que nos proponemos. Creo que hemos caído
en las redes de la Procastinacion (sacar excusas para postergar una acción).
Desafortunadamente hoy en día existen muchísimas fuentes de interrupciones. Todo lo relacionado con Internet tiene la perniciosa facultad de hacernos perder el tiempo en casa y en el trabajo sin darnos cuenta… increíble hoy cualquier persona, tiene un celular a la mano, leyendo o mandando mensajes y a toda hora; desde el que lleva domicilios pasando por una estela de personas que hacen distintos trabajos, hasta las personas que se desempeñan en grandes compañías. No digo que sea malo el uso del celular, sino que debiera moderarse; por ejemplo, desconectarlo durante las horas del día en que se necesite una mayor concentración en lo que se hace; no acudir a las “nanas digitales” para desentenderse un poco de los niños; vigilar los sentimientos que generan emociones negativas: como sentimientos de culpa, odio, ansiedad, por ejemplo, que consumen la energía mental que es tan importante y que de cualquier forma pueden impedir que se hagan tareas.
Los
ladrones del tiempo están por todas partes, formando parte del entorno de
nuestra vida siempre asociados a las excusas: lo haré mañana…, tengo que dar primero una vuelta para hacer esta tarea…,
no es tan importante hacerlo ahora mismo…, ahora tengo otras cosas que hacer…,
no es el mejor momento…, mejor voy al médico en otro momento…, ese idioma que
quiero aprender, tocará más adelante… etc. …. y así seguimos postergando todo.
En una
reciente reunión y a propósito de nuestro tema, mi hijo Rodrigo me mencionó la
idea de George T. Doran, (consultor y planeador comercial gringo desde 1981) en
donde él introduce una herramienta para tener criterio y mejorar los chances de
tener éxito al cumplir un propósito; ésta tiene una sigla corresponde al
acrónimo (palabra formada al unir parte de 2 o más palabras), que une los
significados de SMART, que en inglés significa inteligente
En resumen, él
afirma que hay que estructurar lo que se quiere conseguir de forma concreta;
tener formas puntuales de medir el progreso de lo que se quiere, en un plazo
determinado… por ejemplo tener una báscula para medir el peso, un metro para
medir los cambios en medidas; los objetivos deben ser realistas en tiempo y en
dinero, porque no voy a soñar con ir a Tailandia, cuando mi salario o entrada
no me lo permite; lo temporal se refiere a proponer meses o años para cumplir
lo que se desea lograr. Lo más importante digo yo es tener el dinero para
cumplir las metas.
Como ya está cerquita el 31 de diciembre, ojalá recibamos el nuevo año con un corazón liviano, soltando lo que no sirve. Hay que perdonar, limpiar, liberar, agradecer y procurar tener la casa y la mente limpias y ordenadas. Propongo crear un mapa de sueños en que se plasmen nuestros deseos para que en este año que entra afirmemos esa realidad que queremos crear.
Agradezco a mis
lectores, el tiempo que han dedicado a leer mis artículos, los quiero mucho y
ojalá sigamos conectados el próximo año. ¡Feliz 2023 …! Celebrando la alegría
de estar vivos ¡
nerea6@yahoo.com