miércoles, 28 de diciembre de 2022

Mapa de Sueños...

 

Por Elsie Betancourt

            Navidad es la fecha por excelencia para colecciones de memorias, celebraciones y unión familiar. Por muy lejos que estemos siempre tendemos a evocar la nostalgia de todo lo que amamos… hacer si o si el recuento de lo que hicimos, de lo que nos faltó hacer y de los grandes propósitos que con fe esperamos que se nos den en el nuevo año. Para unos será bajar un poquito los gorditos que se nos siembran en la barriga, cintura, brazos; comenzar de “verdá verdá” a hacer ejercicio, ya sea caminando, trotando o yendo al gimnasio… mejorar las relaciones interpersonales, estudiar inglés, hacer una maestría, comenzar un nuevo emprendimiento y así puede que la lista sea larga para unos, corta para otros e inexistente para muchos…

            Me he puesto a analizar que una de las cosas en las que yo debería trabajar, no sé si coincidan algunos de mis lectores con esta idea, es en identificar los ladrones del tiempo que hacen que muchos de nuestros propósitos no se cumplan.


            Sabemos que el tiempo es intangible e intransferible; hay quienes afirman que vale oro, pero realmente no tiene precio. Cuando se gasta, no se puede recuperar y su duración es finita. Lo más irónico es que nos hemos inventado 1000 maneras de perderlo y así tener las excusas a la mano para no realizar eso que nos proponemos. Creo que hemos caído en las redes de la Procastinacion (sacar excusas para postergar una acción).

            Desafortunadamente hoy en día existen muchísimas fuentes de interrupciones. Todo lo relacionado con Internet tiene la perniciosa facultad de hacernos perder el tiempo en casa y en el trabajo sin darnos cuenta… increíble hoy cualquier persona, tiene un celular a la mano, leyendo o mandando mensajes y a toda hora; desde el que lleva domicilios pasando por una estela de personas que hacen distintos trabajos, hasta las personas que se desempeñan en grandes compañías. No digo que sea malo el uso del celular, sino que debiera moderarse; por ejemplo, desconectarlo durante las horas del día en que se necesite una mayor concentración en lo que se hace; no acudir a las “nanas digitales” para desentenderse un poco de los niños; vigilar los sentimientos que generan emociones negativas: como sentimientos de culpa, odio, ansiedad, por ejemplo, que consumen la energía mental que es tan importante y que de cualquier forma pueden impedir que se hagan tareas.

            Los ladrones del tiempo están por todas partes, formando parte del entorno de nuestra vida siempre asociados a las excusas: lo haré mañana…, tengo que dar primero una vuelta para hacer esta tarea…, no es tan importante hacerlo ahora mismo…, ahora tengo otras cosas que hacer…, no es el mejor momento…, mejor voy al médico en otro momento…, ese idioma que quiero aprender, tocará más adelante… etc. …. y así seguimos postergando todo.

            En una reciente reunión y a propósito de nuestro tema, mi hijo Rodrigo me mencionó la idea de George T. Doran, (consultor y planeador comercial gringo desde 1981) en donde él introduce una herramienta para tener criterio y mejorar los chances de tener éxito al cumplir un propósito; ésta tiene una sigla corresponde al acrónimo (palabra formada al unir parte de 2 o más palabras), que une los significados de SMART, que en inglés significa inteligente

           En resumen, él afirma que hay que estructurar lo que se quiere conseguir de forma concreta; tener formas puntuales de medir el progreso de lo que se quiere, en un plazo determinado… por ejemplo tener una báscula para medir el peso, un metro para medir los cambios en medidas; los objetivos deben ser realistas en tiempo y en dinero, porque no voy a soñar con ir a Tailandia, cuando mi salario o entrada no me lo permite; lo temporal se refiere a proponer meses o años para cumplir lo que se desea lograr. Lo más importante digo yo es tener el dinero para cumplir las metas.

          Como ya está cerquita el 31 de diciembre, ojalá recibamos el nuevo año con un corazón liviano, soltando lo que no sirve. Hay que perdonar, limpiar, liberar, agradecer y procurar tener la casa y la mente limpias y ordenadas. Propongo crear un mapa de sueños en que se plasmen nuestros deseos para que en este año que entra afirmemos esa realidad que queremos crear.


          Agradezco a mis lectores, el tiempo que han dedicado a leer mis artículos, los quiero mucho y ojalá sigamos conectados el próximo año. ¡Feliz 2023 …! Celebrando la alegría de estar vivos ¡

nerea6@yahoo.com

 

 

 

jueves, 8 de diciembre de 2022

Eso que nos falta...

 

Por Elsie Betancourt

A veces suelo oír que, a muchos niños y jóvenes hay que llamarlos varias veces en la mañana para que vayan al colegio. Se levantan irritados porque se acuestan muy tarde, hablando por celular, viendo la tele o en Internet. No se ocupan de que su ropa esté limpia y mucho menos ponen un dedo en nada que tenga que ver con “arreglar algo en casa”. Yo al menos ya tengo mis hijos hechos y derechos, crecidos ya, e imponiendo “sus normas” en sus respectivos hogares. De eso se trata ….  Mis apreciaciones corresponden a las experiencias que veo en otros entornos de familias cercanas que son muy positivas unas y no tan buenas en otras por el relajamiento en costumbres que se puede observar en ellas.



            Es frecuente ver que muchos jóvenes Idolatran a sus amigos y viven poniéndoles defectos a sus padres, a los cuales acusan a diario de sus “traumas”.… No hay quien les hable de ideologías, de moral y de buenas costumbres, pues consideran que ya lo saben todo. Hay que darle su “semana” o propina de la que se quejan a diario porque “eso no me alcanza”. Lo que debo decir es que también hay jóvenes que son consecuentes, colaboradores, respetuosos y justos. De todo hay, como en botica. Un gran % de éstos últimos, se dedica a viajar para conocer el mundo y aprender de otras culturas lo que le gustaría implementar en su vida; está el emprendedor que crea su propio negocio y el que lleva una vida fit, llena de ejercicios, comida sana, muchas maratones, etc.…


            Otro lado de la moneda muestra que aun el día en que consiguen trabajo, algunos hay que seguir manteniéndolos; me refiero más que nada a un sector de chicos de clase media que pueden estar entre 16 y 24 años y que conforma la tristemente célebre generación de los Nini´s, que ni estudian ni trabajan o que estudian y trabajan con todo el pesar y malestar que pueda que les genere.

            Lo que pasó con nuestra generación, es que elaboramos un discurso que no dio resultado en muchos: “No quiero que mi hijo pase por los trabajos que yo pasé…” No hay que olvidar que tenemos lo que tenemos, con esfuerzo y sacrificio y valoramos los esfuerzos de nuestros padres, “al ver y compartir” su trabajo, en lugar de ocultarlo y aparentar que todo es color de rosa en la vida. El Dame y el Cómprame siempre son generosamente otorgados en muchos y se han convertido en habitantes de una pensión con todo incluido, (TV, DVD, equipo de sonido, Nintendo switch, Internet entre otros y comer en la cama) … Recoger el reguero no es prioritario ya que se les hace tarde para salir … Y así se pretende que la casa sea un hogar.



            La música, la moda, los conciertos, la tele, la moda y toda la electrónica de la comunicación han creado un marco de referencia muy diferente al que nos tocó y ellos (los más jóvenes) se aprovechan de nuestra supuesta des- información para salirse con la suya; ya que ahora Los HIJOS MANDAN Y LOS PADRES OBEDECEN. Ahora somos padres ignorantes con hijos informados – mal – algunas veces, pero con información al cabo.

                        ¿Será que somos la generación que pedía permiso a los padres y ahora pide permiso a los hijos? …estamos forzados a revisar los resultados, si fuimos muy permisivos o si hemos trabajado tanto, que el cuidado de nuestros hijos queda en manos de las “domésticas maestras” y en un medio ambiente cada vez más deformante y supuestamente por nuestro cargo de conciencia de no tener mucho tiempo con ellos. ¿Estaremos en un nuevo modelo de vida?

Es claro que el crecimiento tecnológico y científico de alguna manera han contribuido para que se bajen los valores morales de la sociedad; la corrupción desde el poder desnuda esa falta de valores. El conformismo desde la sociedad es como una pesadilla en la que todos esperamos que nos salven los que nos han traído aquí. En ese mercado en donde todo se compra y vende (la $$$ es lo que compra todo y cuando digo todo, es todo) se genera la incertidumbre que a todos nos invade. Pienso que es nuestro derecho, restaurar la memoria y el futuro especialmente de los jóvenes que son los llamados a liderar nuevas estrategias. ¿Cuál será el camino? No sé, pero lo que, si se es que nunca es tarde para cambiar en una sociedad educada en valores y mientras tanto, esperemos que este 2023 traiga cosas buenas a todos para seguir fuertes y bendecidos en el camino que nos toque transitar y que los jóvenes responsables y con criterio, estén más presentes y alcen la voz por todos.

nerea6@yahoo.com