viernes, 23 de febrero de 2024

Colección de Momentos…

 


Por Elsie Betancourt

            Cuando se tiene alguna persona cercana, que, por determinadas razones de vida, no puede estar ya “presente” al 100%, me surge la idea de que vivir plenamente los momentos especiales en la vida, es muy importante. Usualmente se piensa que cosas malas pueden pasarle al amigo, al vecino, al conocido, pero nunca nos imaginamos que lo mismo le puede pasar a alguien cercano a la familia o a uno mismo.

 Si supiéramos qué nos depara el “porvenir” … nos daríamos cuenta a que cosas hay que darle importancia y cuáles hay que ignorar”. Como no somos magos, del pasado es importante que nos quedemos con los buenos recuerdos, con los momentos únicos e irrepetibles y con todos los aprendizajes que han hecho que ahora seamos quienes somos:  El primer día en el colegio, el primer enamoramiento, cuando uno se gradúa de cualquier cosa, cuando sale a estudiar a una ciudad distinta a la que lo vio crecer, cuando se tiene la primera mascota, cuando se casa, cuando se tiene el primer hijo y así podemos seguir señalando experiencias de vida que cada persona tiene, buenas, regulares y malas.


            Me gustaría seguir habitando el mundo a través de mi colección de momentos.  El acto de atesorar y valorar las experiencias, los encuentros y los recuerdos que hacen la vida significativa, es mejor que estar pendiente del tiempo. La obsesión por el tengo que ir, tengo que hacer, a veces, va en contraposición con el disfrute del tiempo libre, pasar tiempo de calidad con los que se quieren y practicar deporte. Dicho sea de paso, es posible que cuando nos toque vivir una experiencia triste, se tienda a huir. Cualquier tipo de huida, nos defiende de algo que nos resulta demasiado doloroso y en cierta forma es sano para no quedarse excesivamente atrapado en el sufrimiento.      

Alguna vez leí lo que un psicólogo afirmaba: “La Vida es Acción y se necesita un movimiento constante para crear una historia personal”; creo que las oportunidades están a la vuelta de la esquina, en el ahora y en el presente para aprovecharlas, mientras se pueda.

            Los tesoros que se acumulan a lo largo de la vida, crean una colección de recuerdos que enriquecen nuestra existencia. Por ejemplo, los museos. El patrimonio ya sea cultural, histórico, tangible o intangible, inevitablemente se relaciona con la memoria. Los parques, el arte, la música, los monumentos, los edificios, como el García aquí en Barranquilla, nos despiertan una emoción y un recuerdo particular.



Incluyo un video que registra momentos musicales a través del tiempo; cada quien escoja verlos  hasta donde considere porque es un poco largo… Recordar es vivir…



            ¿Qué despertaría en cada uno de nosotros esa colección de momentos vividos? Mucho…. Ya que la memoria es como la caja fuerte con lo más valioso de nuestra colección personal o existencia: nuestros recuerdos, los mejores, los más hermosos o los más importantes, los no tan gratos. Cuando chiquitos, comenzamos a juntar juguetes, carritos, muñecas, tarjetas. A medida que pasan los años, nos vamos llenando de recuerdos y añoranzas, esperanzas, significados que el resto de la gente puede que no entienda; eso es muy diferente a acumular sin ton ni son. 

            Sería interesante preguntarnos ¿Qué colecciona la gente? Unas pueden coleccionar fotografías, monedas, videos, vacas, muñecas, estampillas, antigüedades, los álbumes de futbol, etc.… yo siempre he coleccionado objetos, como las artesanías, que me encantan, pero a estas horas del partido, prefiero coleccionar momentos. Por eso me he propuesto que cuando me conviden a alguna actividad que pueda ser interesante, aceptarla. No hay tiempo para más… por eso, estoy empeñada en practicar la atención plena a lo que hago y a lo que me rodea; dedicar tiempo de calidad con seres queridos, amigos, hobbies y mascotas; buscar nuevas experiencias y agradecer todos los días por lo que tengo.


Estoy recién mudada y ya estoy creando los rincones que guardan momentos valiosos para mí, desde: la primera taza de café mirando por la ventana, muuuy temprano y viendo salir el sol,  hasta estar en el “estar” donde andan mis gatos y el sitio predilecto de mis nietos, cuando visitan y se pelean el TV para ver las películas de su agrado; cuando son mis hijos los que llegan, estar en la sala conversando con ellos y escuchando música es un deleite; así construyo día a día la colección de recuerdos en mi nuevo hogar.

            ¿Quién no ha coleccionado algo en su vida? Por lo pronto, lo difícil hay que hacerlo posible, lo que es breve hay que hacerlo intenso y lo que vale la pena, hacerlo inolvidable. Tomar la vida como una sucesión de momentos, es algo que depende de cada uno y vivirlos como se quiera, respetable.

            ¿Amigo/a que me lees, que coleccionas? ¿Cómo valoras tus experiencias de vida?

nerea6@yahoo.com

 

 

 

viernes, 2 de febrero de 2024

Mascotas: Compañeros de Vida, Guardianes del Corazón


Por Elsie Betancourt 

               Cuando de mascostas se habla, hay diversos tipos. Tener una, es una gran decisión, porque el amor y el agradecimiento que ellas ofrecen están arraigados en su ADN. Cuando se tiene una, es común pensar que la propia es la mejor, cualesquiera que ella sea. Numerosos estudios han intentado cuál es la más inteligente y capaz… no se han puesto de acuerdo, por ser tan distintos los tenedores y tan variados los sujetos escogidos. 

               Sin embargo algo está claro, hoy, una mascota sustituye el lugar de una pareja, un niño o familiar. A los ancianos les gusta tener perros como compañía, preferiblemente pequeños y cariñosos para satisfacer su necesidad de afecto y combatir el aburrimiento. La interacción con mascotas facilita la comunicación ya que poseen características interesantes, como pájaros que cantan, loros que hablan, perros y gatos que juegan con un comportamiento divertido o un aspecto gracioso entre otros.


Los egipcios, por ejemplo, veneraban los gatos, asociándolos con la protección y considerándolos encarnaciones de la Diosa Bastet, representante del Amor, la Felicidad, la Belleza y la Protección. Ella se representaba como una mujer con cabeza de gato. El “Sphynx” era ese gato, que normalmente carece de pelo (que personalmente me parece feo).

  

 
Es importante recordar que hace miles de años, nuestros antepasados solían tener lobos alrededor. Posiblemente, los domesticaron desde jóvenes y se dieron cuenta que eran útiles para la caza. Poco a poco se volvieron animales más mansos y evolucionaron hasta convertirse en perros. Estaríamos hablando de hace unos 25.000 años de acuerdo con un estudio hecho por veterinarios. Desde entonces, el hombre ha querido rodearse de perros, gatos y otras especies no tan comunes, como las arañas, las víboras, los hámsters, etc.

Siempre me llama la atención el tema de tener mascotas; la considero una práctica humana fascinante en un solo sentido; lo digo porque nunca se verá a un chimpancé paseando a un perro o a un elefante conseguirse una tortuga para que le haga compañía.

Los gustos y aficiones humanas son diversas. En algunos lugares, un perro es una mascota adorable y adorada, mientras que, en otras regiones del planeta, los canes, por ejemplo, se consideran sucios y pocos agraciados, como en comunidades del Islam. En Asia, especialmente en China, Vietnam y Corea del Sur, algunas regiones comen carne de perro.  

Las mascotas a veces son una moda, común en muchas culturas con razas como el bulldog inglés, francés, Shitzu, siberiano, Beagle, entre otros. Sin embargo, la tendencia actual se inclina hacia la adopción de animales abandonados y maltratados. Muchos animales regalados en Navidad, inicialmente vistos como juguetes ideales, pueden causar problemas al crecer; enredándose con todo lo que hay en las casas o apartamentos; unos dejando mucho pelo, zapatos y muebles rotos y otros perturbando las rutinas familiares. A pesar de esto, la mayoría, proporcionan mucha alegría y diversión, especialmente a los más pequeños. Actualmente, el # de mascotas en los hogares va en aumento mientras que la cantidad de niños disminuye.

Como amante de los animales, de toda la vida, tuve perros de diversas razas, conejos, pescaditos; me encantaban los loros, que siempre habían donde mi abuela y que cantaban y decían malas palabras. El conejo al que veía tan lindo y cuando dormía conmigo, dejaba unas cositas como uvas pasas (que era cuando hacia popó y yo no lo sabía). Me encantaba el mico Tití cabeciblanco, que tenía una amiga de mi mamá, que actualmente está en riesgo de extinción y era muy bravo, pero también podía ser amoroso.


Actualmente tengo 2 gatos que adopté y estoy experimentando con sus personalidades únicas. Aunque muy independientes y dueños de su territorio, dan mucho amor y diversión de manera única. He aprendido de ellos que sus espacios hay que respetarlos y no inmiscuirse en los mismos. Los disfruto mucho y no tengo que estarlos sacando ni a pasear ni a que hagan sus necesidades.


Al final, la fascinación por las mascotas va más allá de la elección de la especie o raza. Tiene que ver con la conexión emocional profunda que enriquece la vida. Son testigos silenciosos de nuestras alegrías, tristezas brindando amor incondicional y una compañía que supera las barreras del lenguaje. No juzgan y siempre están calladitos reconfortándonos.

Al compartir la vida con ellos, construimos un lazo duradero de amor, alegría y momentos inolvidables. La verdadera magia de tener una mascota, radica en la belleza única de la conexión compartida para que sean guardianes de nuestro corazón.

nerea6@yahoo.com