Por: Elsie
Betancourt
Maestro es una palabrita de 7 letras, que tiene muchas
implicaciones. Enseñamos desde la casa,
en el colegio, en la Universidad y en el día a día. Se usan métodos diversos,
actitudes distintas…unos exitosos, otros no tanto.
Estamos enfrentados a unos retos, que los impone la
disciplina que se tenga o se enseñe o los que demanda la sociedad. Son claves las distintas competencias y
estrategias, para solucionarlos con creatividad, en la labor, “a veces” ingrata,
pero definitivamente importante, como es la de ser maestro. Con frecuencia se
oye decir, que los niños pasan más tiempo en el colegio que en casa; por tanto,
ese tiempo “valioso” tiene que marcar la diferencia.
En mi experiencia como madre de 3
hijos varones y docente en Música, he aprendido que es importante saber
comunicarse, oír de manera activa y respetuosa las diferentes posturas, los
talantes, incluir y valorar las diferencias, así como despertar curiosidad por
el conocimiento y negociar qué, a cambio… de acuerdo con las etapas de
desarrollo de cada quien. Nunca se termina de aprender cuando se enseña.
Es bien cierto que los niños del siglo pasado no son iguales a los de ahora; éstos últimos nacen con la televisión puesta, en un mundo de libertades que no teníamos antes. El aburrimiento, con frecuencia es algo que se contrarresta con los chupos digitales, en el caso de los pequeños. Los más grandes, a veces están tan atiborrados por las clases de refuerzo o deportes…. que no hay espacio para el aburrimiento, pero si para el cansancio.
Qué tal que preguntáramos a estos niños qué quieren ser de mayores, cuando no habrán tenido el tiempo de sentir que quieren hacer ahora mismo y puede que en el futuro sean los autómatas que estudian carreras por cumplir un requisito y no porque tuvieran la oportunidad de sentir si tenía que ver con una llamada de su corazón.
Que contraste con la forma en que fuimos educados y la actual educación. Antes, si nos aburríamos, inventábamos juegos ingeniosos y divertidos; sin soluciones digitales. Jugábamos al clásico escondite, a los juegos de mesa, etc. De acuerdo con el psicólogo australiano Justin Coulson, es un momento en el que muchos padres trabajan o en que hay otros que se le pasan el día buscando entretención para los más pequeños, sugiere que hay que dejar que los niños se aburran, porque es de las experiencias formativas más importantes en la vida de una persona, ya que es el trampolín para la creatividad.
Sin embargo, el tiempo infantil (en donde las palabras más, mejor ahora, rápido y diferente marcan el derrotero), está más embutido que los pavos americanos, no queda ni un hueco para el aburrimiento.
Afortunadamente, hoy los enfoques
de aprendizaje satisfacen cada vez más, las necesidades individuales del alumno
tales como Habilidades como el pensamiento crítico y la solución de problemas.
Ahora con la Inteligencia Artificial, lo más importante es el discernimiento
que hay que tener para que ésta, sea una aliada para desarrollar ese pensamiento
crítico, la creatividad y la inteligencia emocional que tanta falta están
haciendo. Identificar las emociones de los estudiantes es clave, para
encauzarlas de manera constructiva.
En estos momentos,
donde se compite con las maquinitas, el internet, play station, la
“Creatividad” juega un papel importante. Con el cambio de los paradigmas en Educación,
en donde se mide la “calidad educativa” que obliga a los colegios a convertirse
en fábrica de conocimientos, debido a las exigencias curriculares entra en juego
el que, para que y el cómo enseñar. Me
parece que la calidad educativa se debe medir más en el comportamiento global
de los jóvenes, en el medio en que se desenvuelven y no en un registro frío de
quien sacó el mejor puntaje.
Yo enseño practica instrumental en un Ensamble Orquestal. Estoy segura de que la mayoría de mis estudiantes no van a ser músicos profesionales y si llegan a inclinarse hacia la música me parecería maravilloso. Pero detrás de enseñar a tocar un instrumento, pretendo estimular la disciplina, la concentración, la motivación, el amor hacia lo estético, ser tolerantes, trabajar en conjunto y ser una buena persona.
Vivimos tiempos en los que las distracciones digitales en clase y en casa se apoderan de la concentración, lo que conlleva a que los alumnos se despisten. Tremendo reto. Las redes sociales y los mensajes on-line están en apogeo; menos mal que existen las aplicaciones que limitan el acceso a este tipo de distracciones. Hay formas fantásticas de usar la tecnología a nuestro favor. Hay plataformas útiles, que pueden ayudar a mantener a los estudiantes en áreas seguras y reducir la monotonía de una clase. Ventajas de lo digital.
Ser maestro en el 2024 significa tener desafíos y
oportunidades en un mundo cambiante. Y sobre todo dejar huellas…. El papel del
maestro es más crucial que nunca, porque hay que lidiar con las distracciones
digitales transitando por las demandas cambiantes del entorno. El mantenerse
receptivo a las necesidades individuales de los alumnos y buscar formas
innovadoras de enseñar, marcará la diferencia en su vida, preparándolos para
enfrentar los desafíos del mañana con confianza y determinación.
nerea6@yahoo.com