Por Elsie Betancourt
La familia es ese lazo que nos une,
nos reconforta, nos enseña, nos alimenta a pesar de que haya obstáculos para
esos propósitos. Siempre he oído decir que no elegimos la familia en la que nacemos.
No obstante, el primer contacto que tiene un ser humano cuando nace es con su
familia. Por lo general, son los padres, con quienes se establece el primer vínculo,
seguido de los hermanos – si los hay – con tíos, tías, primos y así se van
haciendo relaciones con amigos, profesores y hasta con mascotas. Pero pienso
que las relaciones familiares mas cercanas pueden ser las más complejas y a
veces, las más conflictivas.
Hay familias para todos los gustos, colores y sabores …. Unas tienen una mamá y un papá, otras tienen 2 papás o 2 mamás, otras tienen un papá o una mamá; en algunas, hay abuelos, sin papá ni mamá; antes, las había con muchos hijos, hoy no tantos. Mi grupo familiar, por ejemplo, constaba de papá y mamá + 8 hijos (3 varones y 5 mujeres); era numerosa e implicaba un manejo con mucha paciencia, firmeza y amor, que era el que desplegaban mis padres. La disciplina tenía su aliada: María Moreno, (una correa negra) que quitaba lo malo y ponía lo bueno. Eran otros tiempos.
Los
valores que se aprendían en casa, no sé porque extraña razón, que son los
mismos que exhiben hoy en día las familias de las nuevas generaciones, al
parecer antes, se arraigaban con más fuerza; las miradas de los papás era señal
de que debíamos salir de una reunión, no responder a requerimientos, obedecer
sin objetar, ser respetuosos, etc. …. Esa era la norma … hoy en día, el
cuestionamiento hasta de los mas chiquitos aflora sin ninguna pena o
contención… toca decir “cómo han cambiado los tiempos”.
Me siento
agradecida por haber nacido en la familia que nací y crecí; en la que tuve
carencias porque éramos tantos y en donde sentí que fueron esas carencias, las
que me impulsaron a conseguir mis sueños. La infancia es el tiempo de la
Inocencia, en donde empezamos a escalar peldaños que resultan bien altos y van
quedando ahí, huellas de pisadas pequeñitas. Pero es un mágico lugar de sueños donde
todo es posible y en donde lo mejor empieza si se ponen las ganas.
Como dice Ruben Blades en su cancion: Familia es Familia y Cariño es Cariño:
Las generaciones van transmitiendo lo que reciben en la educación y no somos quienes debemos criticar, si fue bueno o malo como nos educaron… A la larga una familia simplemente es un grupo de personas que se quieren mucho y se cuidan entre sí.
Hay un
dicho popular que reza: “los amigos son la familia que escogemos”; muy de
acuerdo porque, aunque la familia en la que nacemos y crecemos es determinante
para nuestra personalidad, es impuesta, simplemente nos correspondió y no
podemos cambiarla. Mientras tanto, la amistad es un vinculo que nace de la
espontaneidad, compatibilidad y elección y si se tienen los amigos correctos
llegan a ser una verdadera familia.
En
definitiva, la familia con todas sus complejidades y dinámicas sigue siendo el
núcleo donde se forjan los primeros lazos emocionales. Aunque no la elegimos,
es en ella donde aprendemos a amar, a convivir y en muchos casos a
sobrevivir. A medida que crecemos,
tenemos la posibilidad de construir nuestras propias “familias emocionales”
a través de amigos, parejas y otros vínculos que elegimos conscientemente. Así, el capital emocional que adquirimos en la infancia, es con el que navegaremos el resto de nuestras vidas, siempre en busca de
relaciones que nutran nuestro ser.
“La Gratitud es cuando el Recuerdo se guarda en el
Corazón y no en la Mente…”
nerea6@yahoo.com
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