Por Elsie Betancourt
En la reciente
misa de apertura del Sínodo para la Amazonia (que reúne durante octubre
en el vaticano a más de 180 obispos) el papa Francisco habló del alcance de los
intereses que destruyen entornos, vidas y esperanzas.
A diario, tristemente ya no sorprende ver los límites que
se han sobrepasado en lo que tiene que ver por ejemplo con la depredación.
Estamos en la cima de la pirámide depredadora y no existe ninguna criatura que
le dispute el puesto al mayor asesino de la tierra: el hombre. Quien hasta mata
por deporte, cosa que no vemos en el reino animal, cuando los animales matan es
para sobrevivir. Debe ser que se siente un poco Dios, creador, inventor,
transformador, dueño de la vida, patrón del universo. Olvida que todas las
cosas en la naturaleza no están hechas por azar.
Las selvas, los océanos, fuentes de oxigeno y energías,
depuradores atmosféricos, están siendo atacados violentamente, quemados,
talados sus árboles naturales, intervenidas las cadenas biológicas. Triste la
extinción de especies por la caza indiscriminada. A pesar de las 7600 millones
de personas que pueblan la tierra, el ser humano no es más que una minúscula
parte de materia en todo el planeta, representando sólo el 0.01%. El instinto
destructor que lleva grabado en su ADN, ha provocado la desaparición de más del
80% de los mamíferos y la mitad de las plantas. Así lo refleja un estudio
titulado: “Distribución de la biomasa en la Tierra”.
Por su mano dañina
y por el intento de adecuar la tierra para el pastoreo de ganado y la “siembra de productos” agrícolas, los
incendios con las temperaturas que estamos enfrentando por el calentamiento
global, cogen más fuerza y se salen de control llevándose por delante lo que
encuentran. Para donde cogerán los animales que sobreviven?
No tan lejos podemos ver la pugna “política y económica”
que hay por el manejo del Parque Tayrona. La “joya de la corona” como la llaman
está en medio de los apetitos y ambiciones de los posibles manejadores de este
templo de la naturaleza cuyos cuidadores naturales son y debieran ser las
comunidades indígenas. El manejo ambiental de acuerdo con la prensa escrita, está medio embolatado y es
clave para su buen funcionamiento. Dios nos ampare ¡menos mal que empiezan a
nacer corrientes para atajar el desastre que se nos viene.
La ambientalista sueca Greta Thunberg (16 años) ícono de la lucha contra el medio ambiente le
da voz a una generación preocupada por el futuro. Su combate llamado “viernes
por el futuro”, ya se ha regado por el mundo y miles de jóvenes
activistas han empezado hacer sus protestas. Qué ejemplo para los adultos y
líderes del mundo ¡ Su interés nació
cuando en su escuela su profesor le decía que había que ahorrar papel y apagar
las luces, porque había algo que era el cambio climático y calentamiento
global…
El calentamiento global es la causa del cambio climático,
es decir el aumento de la temperatura del planeta provocado por las emisiones a
la atmósfera derivadas de la actividad del ser humano. Habrá que buscar otro
modo de hacer, de producir y consumir (como ya se está haciendo, pero no es
suficiente). Nunca antes la humanidad había vivido con las condiciones
atmosféricas altas en dióxido de carbono (CO2) que se han convertido en la
norma en la Tierra en los últimos 60 años.
En diversos rincones del mundo hay iniciativas sociales y
ciudadanas que demuestran que es posible tomar medidas; que cambiar mentalidades no es un sueño y que
combatir la situación actual desde nuestros entornos es posible cuidando de que
los intereses no destruyan lo que tenemos. Necesitaremos mas Gretas para
realmente despertar?
nerea6@yahoo.com
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