Por Elsie Betancourt
Rodrigo (mi esposo) solía decir que, para conocer una ciudad, hay que conocer el mercado y el centro de la misma. Yo estoy de acuerdo. ¿A pesar de ser samaria y no barranquillera, me pregunto porque pensar la ciudad? Porque ahí, precisamente, nuestra calidad de vida individual y colectiva dependen de la dinámica presente en esos espacios.
Fui invitada por mi hijo Gonzalo y Cata su
esposa, a un tour por el centro de Barranquilla. El guía muy informado, nos
hizo un recuento de parte de la "historia patria" de la Arenosa. La experiencia
fue interesante; vivir, caminar y sentir el sitio en cuestión, preguntas sin
respuestas a los numerosos edificios, que forman el gran legado mudo e
imponente de un centro "histórico" que se resiste a
desaparecer. Los olores, sonidos y colores marcaron el recorrido: Pitos,
parlantes en las afueras de los negocios, el calor húmedo, los carretilleros
con chatarras, artículos varios, taxis y buses rodando, andenes con los
consabidos huecos, y muchos árboles en la calle ancha cómo se llamaba el Paseo
Bolívar, brindando una sombra deliciosa.
¿Sería bueno preguntarnos que es para mí el centro de la ciudad? ¿Es un lugar de reunión? ¿Qué hace histórico a un centro? ¿Existirá algo que no tenga historia? Es muy común asociar el centro de Barranquilla, con el “apiñamiento” de negocios, con la inseguridad, con una gran cantidad de edificaciones destruidas o desocupadas y que antes fueron casonas o edificios comerciales y de oficinas, con una gran cantidad de población degradada socialmente y altos grados de exclusión social y problemas de drogadicción, prostitución, robo y demás.
Pienso que el
centro de la ciudad es la parte que le da vida y le da un toque lleno de
romanticismo a ésta; un lugar en el que lideres visionarios dejaron su huella y
fueron pioneros, arquitectos y fundadores. Nombres como José Víctor Dugand, con
el Banco Dugand; el arquitecto cubano Manuel Carrera, quien con el patrimonio
arquitectónico que simbolizó en su momento: el estilo art déco, fue la visión
vanguardista de la ciudad que dio entrada al progreso en Colombia. Entre muchos otros... Para ti
querido lector, ¿ qué es el centro ?
Por esos escenarios, millones de personas han paseado, se han sentado con el bolero y escuchado fantásticas historias mientras sus zapatos eran lustrados. Me inspira respeto y a la vez un poquito de miedo, caminar por el centro de Barranquilla y me invita a dar tributo a todas esas personas que empeñaron sus esfuerzos para que toda esta infraestructura exista.
Me permito compartir un video que resume mucho, esa historia de la Barranquilla que no conocemos… (al menos yo). Ironicamente diría, que hay muchas personas que habitan La Arenosa y piensan que Barranquilla va de la 72 para arriba....
Después
de un recorrido a pie por 2 horas, por el centro, hay unos “contrastes” un
poquito mortificantes, por el volumen al que se proyectan en la comunidad,
todas esas personas camelladoras, vendiendo sus productos; esos que no se
resisten a pasar hambre y entonces venden aguacates, plátanos, telas, ropa a
unos precios irrisorios pero que de alguna forma satisfacen las necesidades del
que tiene poco.
Lástima
que no pude hacer muchas grabaciones porque como me decía mi hijo “Mamá no
hagas tanto visaje con el celular, que te lo van a quitar…”
Algo que me impactó un poquito fue cuando entramos a la Iglesia de San Nicolás, el sacerdote con voz intimidante, desde el altar, nos mandó a sentarnos o a que saliéramos de la Iglesia… y eso que entramos todos en silencio…. En pleno siglo XXI ese tipo de comentarios ahuyentan más que atraen feligreses.
Según historiadores, a finales del siglo XIX y mitad del siglo XX la actividad económica en Barranquilla avanzaba de manera indiferente al desarrollo artístico y cultural. En nuestro recorrido alcanzamos a vislumbrar a lo lejos el famoso café Roma, ubicado en el Paseo Bolívar (antes camellón Abello, calle Ancha, Paseo Colon); conocido antes como El Japy Land, una pequeña tienda fundada sobre el callejón Ricaurte hace más de medio siglo, el cual fue adquiriendo la dimensión de "Café" hasta transformarse en "Bar". No faltaban las cervezas y los juegos de dominó, con un fondo inusual de música clásica. Allí el reconocido Grupo de Barranquilla (conformado por Alfonso Fuenmayor, Ramón Vinyes, Alejandro Obregón, Germán Vargas, Álvaro Cepeda y García Márquez) tuvo su sede.
Falta ampliar mucho sobre la historia de Barranquilla; la transformación del centro va lenta; nuestras ultimas alcaldías se han sumado en 1 solo propósito y es, trabajar por esos espacios. Falta bastante para que podamos decir que la Arenosa también tiene su Centro Histórico para mostrar. Países mas desarrollados, orgullosa y silenciosamente muestran los testigos de su evolución. Lo cierto es que se revive historia y cultura en cada esquina del Centro de Barranquilla que hay que mostrar a propios y a extraños.
nerea6@yahoo.com
Hola Elbe, tienes vocacion para las lecturas urbanas. Estas se dan desde diferentes especialidades: el urbanismo, la sociologia, la economia y la geografia urbana entre otras que analizan toda la complejidad que es una ciudad grande como Quilla. Algun celebre arquitecto la definio como un "deposito de fatigas" debido a la cncentracion de trabajo y desgaste de energia que supone su naturaleza. Si, los centros son el ADN original de nuestras ciudades, desde ellos se fueron elaborando arquitecturas, formas sociales, modos de comunicacion y las relaciones sociales que son la materia fundamental de su identidad. Sin embargo las ciudades son organismo vivos, llenos de vitalidad y de capacidad de transformacion, donde hay espacios que pierden su brillo inicial, se deterioran y resurgen unos nuevos con propuestas formales adpatadas a la modernidad. Tu narracion es certera, cuando viajaba entre Santa Marta y Soplaviento, pasaba por el centro de barranquilla y vivia con emocion esos sectores llenos de vitalidad, de ilegalidad, de ciertos lujos y desigualdades, que tal vez, segun lo narras permanecen hoy. El Paseo Bolivar es un icono en la memora de Quilla, fue el espacio significativo mas importante comercial y social de la ciudad, y para la gente madura debe ser todavia un rincon de nostalgia.
ResponderBorrarEl estado ha hecho esfuerzos en normar todo lo relacionado con la conservacion de los centros historicos para mantener viva esa riqueza y desde lo local se deben impulsar los proyectos de recuperacion y de renovacion no solo de la parte arquitectonica sino del espacio publico y de los usos, sobre todo la vivienda, que deben mantenerse para lograr su resignificacion en la vida de la ciudad. Un abrazo.