viernes, 16 de agosto de 2024

La Educación de Hoy: ¿Vocación o Necesidad?


Por Elsie Betancourt

            He llegado a la conclusión de que cada generación tiene sus motivaciones distintas para estudiar. Recuerdo que durante muchos años acceder a los estudios superiores era un privilegio de las clases mas pudientes y tener formación, era un indicador de estatus. Sin embargo, hoy por hoy, alcanzar determinado nivel educativo se convierte en algo imprescindible para acceder al mercado laboral.

            Cuando terminé el bachillerato, siempre le oía decir a mi papá que terminar una carrera, me permitiría llegar a otro nivel de desempeño tanto laboral como social; en familias grandes como la mía, era un reto poder llegar “todos” a ser profesionales. Recuerdo que me gané una beca en sexto de bachillerato, en el Liceo Celedón, colegio de Santa Marta, que constituyó el tiquete gratis para entrar a la Universidad del Atlántico, a estudiar una “carrera de peso”; escogí Ingeniería Química por su prestigio, aunque en secreto, me apasionaba mucho más la Música. Terminé mi carrera y después de algunos años, inicié otra en Música, que era lo que me gustaba.

            Pienso que, en nuestra sociedad, no se valora tanto el conocimiento como las acreditaciones y los títulos; el sistema educativo prioriza ante todo la productividad y las competencias profesionales mientras que los objetivos relacionados con el medio ambiente y la justicia social, tienen una importancia menor. Menos mal que cada vez son más, los que se arriesgan y persiguen su vocación, escogiendo aquello que les apasiona por encima de lo que les pueda dar beneficios. Ejemplos hay los que se quieran: músicos, pintores, cantantes, bailarines, deportistas, etc.….


            Hoy, la titulitis no da tanta satisfacción como el valor que tiene el conocimiento en sí. Cuando se encuentran contradicciones entre una educación que, en vez de enseñar a pensar, razonar, a desarrollar un pensamiento crítico propio original, creativo… lo que hace es:  transmitir contenidos que entran en serie con lo que se puede conseguir en Internet y los distintos medios de comunicación, esto, desnuda la falta de herramientas para saber procesar y acomodar ese vasto contenido, a las estructuras de pensamiento propias.

            La presión de asegurar un mejor futuro socio- económico o una “supuesta mejor valoración” conlleva a escoger una carrera que “$$$valga la pena$$$$.... No obstante, muchos jóvenes se han visto obligados a seguir viviendo en la casa de sus padres porque no encuentran un buen trabajo.

            Ante ese panorama, los jóvenes de nuestro país siguen eligiendo las clásicas Arquitectura, Derecho, Psicología, Contaduría, Administración de Empresas, sigue la lista y los mas arriesgados escogen Música, Pintura, Danza, Cine, Deporte …

            Sabemos que los jóvenes de hoy son una generación diferente a las anteriores. Han crecido en un mundo digital y globalizado y tienen acceso a mucha información y recursos. Definitivamente esto moldea su forma de aprender; he comprendido, desde mi práctica como docente musical, que el aprendizaje que buscan debe ser activo, en donde su participación sea esencial.  Aprenden lo que ellos relacionan con sus intereses…por ejemplo, si es en el mundo de la música, lo que oyen es lo que quieren tocar. Hay que tratar de ser un modelo positivo, en donde se valore el aprendizaje y el trabajo que esto conlleva.

            Como educadores, debemos estar preparados para adaptarnos a estos cambios constantes. La educación de hoy enfrenta un reto complejo: encontrar el equilibrio entre la satisfacción personal y las demandas de un mercado laboral cada vez más competitivo.  Guiar a los jóvenes a que elijan con conocimiento y pasión, sin sacrificar sus ideales por la presión social, es el verdadero desafío.

nerea6@yahoo.com

 

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