sábado, 21 de septiembre de 2019

Lenguaje y Cheveridad en Evolución?




                                 No existe modernidad sin una buena tradicion..

Por Elsie Betancourt

            Las muestras culturales de los pueblos se expresan de variadas formas; con las tradiciones, el habla, el vestir, el comportarse, las manifestaciones artísticas, culinarias y literarias diversas y peculiares, se sella la esencia de un conglomerado social. Entre éstas, encontramos los refranes, que como expresión popular retratan la idiosincrasia y siempre dejan un mensaje o moraleja bien sencillo, resumen de la sabiduría popular, (del momento) ya sea dando consejos morales y/o prácticos. Los hay que son como poemas y otros que reflejan las huellas de antiguas supersticiones y hasta conjuros.

            Los refranes han existido siempre y en todas las culturas, transmitiéndose oralmente y de generación en generación. Como se puede ver en el refrán que dice En Abril, lluvias mil se muestra en forma de verso que en todos los años en el mes de Abril llueve bastante (ahora con este cambio climático que enfrentamos, no se cumple mucho). Sobreviven porque son atemporales y de temas variados, sin embargo,  la disminución de su uso, parece un hecho. Lo demuestran las nuevas generaciones que se ríen cuando oyen una expresión que se sale del contexto del lenguaje que impera actualmente entre éstas. Estas frases breves y con características que se encaminan hacia la instrucción, la ética y la moral, siempre serán consejos con un sentido gracioso y ojalá no desaparezcan. Como dato para tener en cuenta, los especialistas en lenguaje creen que los que más dicen refranes son las madres, en primer lugar,  le sigue el padre, luego la abuela, seguidos de los amigos y maestros.

            Muchos son los refranes que todos conocemos, por ejemplo cuando decimos “Como Pedro por su casa “, queremos significar la persona que se mueve cómoda y resuelta por un espacio que no le pertenece. “Salvado por la campana” se usa cuando no realizamos una misión aburrida y desagradable porque otro suceso se interpone. En la antigüedad, muchas personas eran enterradas con vida. Para evitar que las victimas murieran bajo tierra, se colocaba en la parte externa del “cajón”, una pequeña campana. Así si alguien despertaba podía pedir auxilio de inmediato. Se armó la gorda, hace referencia al nombre de la revolución contra Isabel II. Hoy en día sirve para hacer referencia a una pelea de gran envergadura que no ha ocurrido, pero que se dará en muy poco tiempo.      Y así podemos seguir con una lista interminable y explicación de los mismos. Para mencionar entre otros: “Loro viejo no aprende a hablar”, “A cada puerco gordo se le llega su San Martin”, “El ojo del amo es el que engorda al caballo”, “Al perro más flaco se le pegan las garrapatas”, “A quien Dios se lo dio San Pedro se lo bendiga”… y así muchos mensajes dichos en pocas palabras, que sabiamente se usan en situaciones que lo requieren.

             Pero en la actualidad se siguen manifestando de la misma forma o han evolucionado? Para intentar responder esta pregunta cabria pensar en que los refranes expresan una sabiduría, una actitud, una opinión, no “la sabiduría de un pueblo” ya que se producen en un determinado lugar y tiempo. Estos son reconocidos por los que pertenecen a una misma cultura concretada en un lugar y una época.  Hablo de las personas que nacieron y crecieron en un mismo periodo de tiempo, por ejemplo esas que los investigadores sociológicos identifican para comprender y estudiar su conducta como grupo.

            Han escalado los refranes? Se podría afirmar que de cierta forma sí; ahora las nuevas generaciones utilizan expresiones que los remplazan. Gracias a las nuevas tecnologías, por ejemplo, los grupos de whatsapp de toda índole son parte de nuestro día a día. Y los distintos mensajes  (Gifs) son la mejor forma de expresar una actitud vital, un sentimiento o una necesidad. Cuando aparece el doble “check”, no hay vuelta atrás, llegó lo que queríamos decir. Es posible que este estado de digitalización en las comunicaciones conlleve a que las nuevas generaciones vayan olvidando parte de las tradiciones y creando nuevas frases acordes al tiempo en que viven.

             No debemos olvidar que los refranes nos ayudan a conocer el mundo a través de los ojos de quienes nos precedieron. La capacidad que tienen los medios de imponer en forma vertiginosa lo que antes llevó mucho tiempo en transmitirse generacionalmente es incuestionable. Por eso, no dejemos que estos pequeños tesoros desaparezcan o se acumulen tan sólo entre las paredes de una residencia para ancianos ya que los refranes brindan conocimiento de nuestro pasado histórico y cultural y no tanto para tomarlos como verdades absolutas o axiomas.



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