Por Elsie Betancourt
El conocer así sea por TV todo lo que tiene que ver con el mundo de la vida salvaje, nos recuerda qué frágiles y vulnerables podemos ser ante los animales y a la vez lo que podemos disfrutar con los que viven con nosotros (los domésticos)… los que nos brindan ternura, compañía y amistad siendo actualmente, nuestros compañeros inseparables frente a la soledad y el temor al virus. La maravilla de la naturaleza en la que convivimos con esos seres silenciosos pero que cada uno tiene algo que decir en su entorno y que muchas veces desconocemos y agredimos es espléndida. Cada uno sabe cómo defenderse, cómo encontrar comida, cómo protegerse pero no ante la implacable presencia y a veces depredadora mano del hombre.
El tema del maltrato animal, la experimentación con las distintas especies, (que gracias a Dios hoy se puede reducir con las simulaciones que las herramientas tecnológicas permiten realizar), es un tema que considero doloroso y no me gusta comentar. Enumeraré sin profundizar en ello, por ejemplo lo que para mi concepto es una vergüenza en promover: los animales en fiestas, (por ejemplo los toros), las experimentaciones en laboratorios, la belleza sin crueldad (usar zapatos o ropa hecha con la piel de los animales), comercio ilegal de especies, abandono y maltrato animal…. Y la lista sigue.
Hay
animales que gozan de una pésima fama como por ejemplo los murciélagos, entre
otros, que aparte de feos cargan con el hecho de haber sido portadores del
Covid. A ciencia cierta no sabemos si
esto sea cierto. Su objeto tendrán en la naturaleza, pero por lo pronto hay que tenerlos de lejos.
Desde
que tengo uso de razón y que me acuerde,
siempre he tenido nexos con animales domésticos: perros (de todas las marcas:
bastos, chandosos, de raza con y sin
“pedigree”), pescaditos,
tortugas, patos, loros que hablan, cantan y que dicen malas palabras, lagartijas
(a las que les encanta el café y la cerveza)… y hasta ahora un gato adoptado. Con
éste último he tenido una nueva experiencia y el descubrimiento a otro mundo, diferente a tener
perros cerca (que siempre ha sido la constante en mi vida, con todos los que he
tenido: Lasky, Ruffo, Yiya, Pochi, Bravonel, Sultán, Nicanor…. que ya no están
conmigo, pero que siempre los recuerdo con mucho cariño). Mi amor hacia los
animales hace que los considere demasiado aliados cuando tenemos uno cerca. Mi
predilección siempre ha sido hacia el perro. Aunque me emocionan mucho los
caballos. Pero ahora el gato me está mostrando una nueva perspectiva de tener
un simpático y enigmático personaje cerca.
El
llegar a casa y ver cómo la mascota (cualquiera que ella sea) salta de felicidad y
se pone loquito/a por nuestra llegada es
algo que le cambia el ánimo a cualquiera. Puede uno estar cansado y estresado
pero ese recibimiento lo hace a uno feliz y saca sonrisas. Ese precisamente es uno de los principales
beneficios de las mascotas en la vida de las personas; su contacto cercano
provoca la liberación de oxitocina que es la conocida hormona del amor, generando sentimientos de alegría y confianza.
Porqué defender a los animales? Porque no hay un dolor para éstos y otro para las personas… es el mismo dolor y tiene las mismas consecuencias, sea cual fuere la especie que lo experimenta por lo que la piedad y el respeto deben aplicarse a toda criatura viviente y no sólo al género humano. Lástima que desde que somos niños y niñas se nos educa en la idea de que usar a los animales, por ejemplo, como recurso alimenticio es algo justificable y normal. Crecemos dando por sentado que es así y nos acostumbramos a ello. Toda una vida haciendo lo mismo es difícil pero no imposible dejar de hacerlo.
Hay tantas acciones que se pueden aplicar para la protección y el cuidado de los animales: evitar la deforestación, prohibir su caza innecesaria, contribuir por medio del reciclaje a la disminución de la tala de árboles, hábitats de millones de éstos. No maltratarlos ni abusar de ellos. Como decía el filosofo alemán del siglo XIX Arthur Schopenhauer, “La compasión por los animales está asociada con la bondad del carácter y puede ser afirmado que el que es cruel con los animales no puede ser una buena persona”.
La
invitación es a poner nuestro granito de arena para proteger a los animales (cualesquiera
que sea su naturaleza salvaje o domestica), que día a día pierden sus hábitats,
que están más indefensos ante los daños del ser humano, que día a día se mueren
por el plástico que inunda los mares y que cada vez de forma más clara nos
envían un mensaje de ayuda, es Tarea de Todos, ayudarlos….
nerea6@yahoo.com
De acuerdo Elsie ,es tarea de todos cuidar y proteger a los animales porque ellos sienten y se hacen entender ,claro que esa magia de comprender a los animales de da cuando se ama a los animales y el ser humano tiene calidad de ser bueno -bondad de carácter ,lo llama el filósofo alemán Arthur Schopenhauer-.Todos a comprometernos de cuidar y proteger a los animales.
ResponderBorrarMuy de acuerdo contigo; esa bondad de carácter que debemos tener hacia las personas tambien la debieramos tener con los animales… porq todo lo que brindan estos últimos es amor desinteresado y mucha lealtad🌹
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