"Bienvenido los cumpleaños, ya que lo que importa no son los años sino como los llevemos..."
Recientemente
estuve visitando a mi madre porque cumplió años. Fue una muy especial
celebración familiar porque hijos, nietos y bisnietos estuvieron presentes.
Recordando todas las anécdotas y momentos vividos alegres y
tristes, nos remontamos a lo que hacíamos cuando éramos niños.
Evocamos
la forma en que celebrábamos por ejemplo, los cumpleaños. Las piñatas que
destrozábamos con un palo y los ojos vendados, esperando se
derramase la lluvia de confetis, juguetes y dulces: la famosa
gallina ciega; la emoción de recibir los regalos y estar pendiente de los
mismos. El pudin, sus velas, las sorpresas, las rifas, etc. contrastando esos
bellos recuerdos con el objeto de mi visita, muuuchos años después en el que
celebrando con música y regalos su cumpleaños, llorábamos por la emoción de tener
a mi mamá viva, agradeciendo a Dios por tenerla bien de salud, con achaques
propios de su edad pero consciente y orgullosa de tener a toda su familia
felizmente reunida.
Por curiosidad
siempre me he preguntado porque la gente festeja sus cumpleaños, cómo se inició
esa costumbre y dónde. Hay que remontarse a las costumbres de mucho tiempo
atrás en la historia. En la antigüedad, las costumbres de felicitar, dar
regalos y hacer una fiesta – con las velas encendidas que la completan- tenían
el propósito de proteger de los demonios al que celebraba su cumpleaños y de
garantizar su seguridad durante el año entrante. La tradición de poner velas en
los pudines viene al parecer de Grecia donde se le realizaban ofrendas a
Artemisa, la diosa de la Luna. Las velas que se ponían en las tortas se
soplaban para que el humo ascendiera hasta la divinidad momentos en el cual se
pedían gracias y un deseo.
Sin embargo, el
Cristianismo, rechazó la celebración de cumpleaños como una costumbre pagana.
No fue sino en el siglo IV- DC que se empezó a difundir la fiesta de la Navidad
como cumpleaños de Cristo, el 25 de Diciembre en occidente y el 6 de Enero en
oriente. Esto hizo que con el tiempo los cristianos festejaran sus propios
onomásticos uniéndose al de su Salvador.
La familia y en
particular los padres y las madres son el agente educativo más importante en el
desarrollo de los niños. A través de la familia se aprenden normas de
comportamiento, valores y se fortalecen lazos entre los miembros de ahí la
importancia de las fiestas familiares y en especial los cumpleaños, porque
tenemos la oportunidad de juntarnos con aquellas personas que no vemos desde
hace tiempo y fortalecer el sentido de pertenencia.
Bienvenidos los
cumpleaños, en donde lo que importa no son los años que festejamos, sino cómo
los hemos llevado, costumbre que hace parte del colectivo general en el mundo.
Se celebra el cumpleaños de los años nuevos, los viejos, las inauguraciones y
lo inimaginable. Por ejemplo, en nuestro país celebramos todo como el
cumpleaños; cuando se gana, cuando se pierde, cuando se llega a un cargo,
cuando se va y cuando se llega de viaje, cuando se casa, se divorcia, los
grados, las primeras comuniones, todo ello muestra el grado de unión familiar y
de amistad. Por eso hay que celebrar los sin… cuentas para ganar en alegría,
sabiduría y unión en estos tiempos dominados por la sinrazón y el
importaculismo.
nerea6@yahoo.com
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