"El servicio al cliente no es un departamento es una actitud..."
Por Elsie Betancourt
En estos días de tanto
emprendimiento y de mejoramiento comercial un aspecto que es importantísimo en
el ámbito comercial, es el famoso “Servicio al Cliente”, que es vulnerable en muchas empresas, aunque en
otras se trata cada vez mas de mejorar.
Cada punto de contacto entre los clientes con la empresa sea ésta especializada en el área de comida, servicios, o elementos de usos variados es de suma importancia. El servicio es una función y responsabilidad de toda la organización y de “todos y cada uno” de los miembros del equipo.
Cada punto de contacto entre los clientes con la empresa sea ésta especializada en el área de comida, servicios, o elementos de usos variados es de suma importancia. El servicio es una función y responsabilidad de toda la organización y de “todos y cada uno” de los miembros del equipo.
El valor de una compañía surge del
valor y calidad de sus relaciones con los clientes y que a largo plazo
permitirá el crecimiento y sostenimiento en el mercado. La calidad de la
experiencia además de atraerlos (a los clientes) y retenerlos es el componente
a cuidar. Muchos vendedores creen que la
clave para aumentar ventas está en el precio de lo que venden pero no siempre
es así. Muchos (entre ellos yo) están dispuestos a pagar un poco más para poder
disfrutar de una buena atención.
Un cliente promedio que tuvo una
mala experiencia puede contarle de 8 a 12 personas sobre ésta. Yo he tenido varias que me han llevado
a escribir este artículo no como queja sino como forma de reflexionar de cómo No
hacer las cosas. Los clientes somos cada vez menos pacientes y pasivos.
Queremos hablar, interactuar y hacer preguntas sobre los servicios que queremos
comprar y pedimos respuestas en el
momento.
Entre los últimos sucesos que
quiero compartir, fue cuando fui a un
almacén muy reconocido en la ciudad a comprar un vestido. Como no lo había en
el almacén, lo solicitaron a otra sede
pero me informaron que me tocaba costear el transporte de la prenda
adonde yo estaba. Casi me caigo pa´ tras como Condorito. A pesar de
que la venta la iba hacer el almacén no
hubo manera de hacerle entender a la vendedora que el domicilio no me
correspondía pagarlo. Otra perla fue cuando hice un giro en un supermercado
reconocido de la ciudad y por omisión del cajero hubo un error; fui informada
por la persona encargada de resolver los problemas que o me tocaba a mí solicitar la corrección al
banco encargado de los giros o tenía que presentar el reclamo en el área de quejas del supermercado. Hice lo
segundo y me chocó la invisibilidad
que mostró el supervisor, porque tuve que esperar
½ hora para que terminara de comerse
un pudin y así poder lograr
que atendiera mi requerimiento. Obvio,
ahí se me revolvió lo de “cliente satisfecho trae más clientes”. Yo diría más
bien: “cliente insatisfecho trae pérdidas”!
Peter Drucker, el gran filosofo de
la administración afirmaba: “Calidad de servicio no es lo que tu das, es lo que
el cliente recibe…” Sabio. ¿Que pensar cuando una va a una cita médica,
en donde a pesar de que te dan una hora determinada para ser atendido, se
incumple ésta y cuando uno se acerca a preguntar que pasa con el turno le salen
al final dizque es por orden de llegada
la atención. Tendrán los pacientes que desarrollar más “paciencia “cuando de visitas médicas se
trate?.
Estoy segura de que muchos de mis
lectores tendrán ejemplos a tutiplén del
buen y mal servicio al cliente en la ciudad. De todo hay en la viña del señor. La mala
noticia es que estos errores que provocan un mal servicio al comprador, son más
habituales de lo deseable. La buena noticia es que son fácilmente evitables con
una pizca de actitud, compromiso, vocación de servicio y mediante el desarrollo
de competencias como la comunicación persuasiva, la orientación al consumidor y
algunas otras que los expertos pregonan.
Para que el cacareado Servicio no siga en ascuas, hay que
pellizcarse. No digo que es condicion generalizada, porque se encuentran
negocios en donde éste es excelente,
pero la mala prestación del mismo es
más común de lo que uno se imagina. Sería interesante que la empresa o
negocio estableciera una encuesta “post-servicio” dirigida a los usuarios, para evaluarse. Esto
ayudaría mucho a la exploración y fortalecimiento de las estrategias de atención, variable poco explorada que puede
llegar a ser muy poderosa y beneficiosa.
nerea6@yahoo.com
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