Por Elsie Betancourt
De acuerdo con lo que afirman psicólogos,
los humanos carecemos de ideas coherentes sobre el tiempo. Nos pasamos la vida
inventando actividades para matarlo, el llamado arte efímero: obras
destinadas a desaparecer, como la cocina, los perfumes, las estatuas en hielo,
la peluquería, la pirotecnia, ya que la brillantez de los fuegos artificiales
por ejemplo, sólo se revela en el momento de consumirse, yo hablaré de hechos.
Recordar es vivir o mejor revivir las
gestas que producen personajes importantes en nuestra cotidianidad para que no
se esfumen de un tiempo a otro y pasen a ser un desperdicio histórico.
Hace 1 año, los colombianos recibimos el
maravilloso regalo de tener con nosotros al pastor de la iglesia
universal. El Papa Francisco se interesó por nuestro país, agobiado
por la violencia y sus daños colaterales para logar una “convivencia
reconciliada”. Su mensaje fue siempre inspirador y convocó a miles
de colombianos que en su momento vivieron momentos marcados por los mensajes
que dejó. Que tanto calaron éstos y siguen calando sus enseñanzas? Da la
impresión que siguen sin superarse las divisiones y enfrentamientos políticos y
sociales. Martin Luther King tenía razón cuando decía que los seres
humanos aprendimos a volar como los pájaros y a nadar como los peces pero no a
convivir como hermanos.
Los hechos que dejan una huella profunda
siempre estarán en la memoria a pesar de las contingencias que pueden hacer que
se marchiten estos. Si no que sirva de ejemplo el arraigo que el combinado
nacional logró generar en el país en los últimos años. Pekerman devolvió la
confianza a 50 millones de colombianos cuando dirigía la Selección; nos llevó a
2 mundiales consecutivos y en el Mundial de Brasil clasificamos de 5
destacándose como goleador James Rodríguez; la selección tuvo el honor de ser
considerada como entre las mejores del planeta, hecho del que pocos países
americanos pueden ufanarse. Que fácil nos olvidamos de los logros de ese
destacado entrenador quien ha salido por la puerta de atrás sin mayor gloria.
En cuanto a Alberto Linero, modelo de
hombre de bien y líder espiritual de muchos, al colgar la sotana, tiene
todo el derecho de escoger que hacer con su vida y no ser objeto de
cuestionamientos. Su liderazgo basado en la visibilidad que tiene en los medios
tradicionales y en el universo de las redes sociales, por la bacaneria Caribe
que le imprime a sus mensajes constituye un valor incuestionable que no puede
opacarse por su decisión. Ojalá tengamos Alberto Linero para rato.
Esperamos que el devenir de las personas
mencionadas, tenga lo mejor que el destino pueda ofrecerles. Podemos
seguir enumerando hechos y acciones de grandes personajes de nuestra vida para
darnos cuenta de que desafortunadamente muchos de sus actos se asocian como
flor de un día, ya que pasado un tiempo, borran de nuestra mente lo que una vez
perfumaron: la alegría de vivir.
nerea6@yahoo.com
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